En diálogo con Cazador de Noticias, Guillermo Bianchi, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio Zona Atlántica, sostuvo que “durante estos seis meses de gobierno libertario hubo más de una crisis”.
Acto seguido, puntualizó que “hay una crisis política manifiesta cuyo emblema último es que la casta se ha consolidado y ha mostrado sus peores uñas, que es el nivel de corrupción que existe en la distribución de alimentos y en la designación de funcionarios en el Ministerio de Capital Humano. Eso es un dato distintivo porque aquellos que venían a confrontar con el slogan de la casta termina siendo una crisis política muy compleja, no por el solo hecho de nombrar gente sino por el hecho de no distribuir comida que estaba acumulada, lo que muestra con total dureza el rasgo inhumano que plantea el gobierno de Javier Milei”.
Asimismo, señaló que “a esa crisis política se le suma una crisis social insospechada en la Argentina , no porque los pobres no sigan creciendo por este modelo y el anterior de Macri y Alberto Fernández, sino porque no hay una sola política pública que acompañe esta necesidad urgente que tienen niños y sobre todo adultos mayores frente a una realidad de hambre, que con absoluto desparpajo el presidente de la Nación anda por el mundo riéndose de la gente que tiene hambre y proponiendo que de alguna manera se tendrán que arreglar cuando el hambre llegue a su punto más culmine en una persona”.
Indicó, además, que “hay una crisis en materia de derechos”, destacando en tal sentido que “desde el primer día, la CGT fue la que interpuso un recurso en contra del DNU que es verdaderamente descalificador para una sociedad con justicia social, y a partir de la presentación y la movilización de la central obrera, el capítulo cuarto referido a la Reforma Laboral fue el único que anuló la Justicia, también acompañó e impulsó parte de la marcha para tener el sistema educativo gratuito en la Argentina, y hoy ha presionado fuertemente para que la Ley Bases no contemple una serie de normas que rompen con los institutos del derecho del trabajo , y estamos a las puertas de seguir intensificando el modelo de resistencia que el movimiento obrero está ofreciendo como único colectivo en la Argentina que enfrenta decididamente al modelo de Milei”.
Más adelante advirtió que “no falta mucho para que aparezcan las primeras alertas sobre el empleo en Mar del Plata, ya hay despidos por goteo en pequeños y medianos comercios que son los primeros que sienten el golpe”.
Hizo hincapié en que “sorprendentemente muchos de esos pequeños y medianos empresarios, algunos nucleados en cámaras todavía manifiestan una cercanía con el modelo de Milei que está golpeando las puertas de sus comercios. Eso es una cosa muy llamativa en términos sociológicos como los primeros perjudicados en términos de empresarios pequeños que van a sufrir las consecuencias tal vez con el cierre y, sin embargo, tienen como una satisfacción cuando ven que el gobierno ataca a los que menos tienen que, en definitiva, son los que les compran a ellos”.
“Es una lucha entre gente que necesita y me llama poderosamente la atención porque acá hay verdaderamente un batalla cultural por primera vez después de muchos años en la Argentina, una profunda batalla cultural que es sí la justicia social es el modelo que vamos a elegir para convivir los argentinos, lo que nosotros llamamos sociedad de trabajo contra la sociedad de mercado, que es inhumana, cruel y deja al hombre en segundo plano. Parece que en esta sociedad de mercado, que se va a llevar puesto a propios actores, algunos todavía se regodean con el dolor ajeno”, concluyó.