Los empresarios industriales de pequeñas y medianas empresas advirtieron que si se mantiene el escenario económico actual, en la segunda mitad del año “habrá más despidos y cierre de fábricas”, estimaron que sólo en los primeros tres meses de 2024 se perdieron 58 mil puestos de trabajo, de los cuales 11 mil corresponden a pymes y alertaron que la crisis podría causar la pérdida de hasta 300.000 de puestos de trabajo en el sector para fin de año generando más pobreza e informalidad.
“Si no nos dan herramientas vamos a desaparecer. Vamos a entrar en una gran crisis social con la cantidad de pymes que van a cerrar”, alertó Daniel Rosatto, titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA), durante la presentación del Informe N° 6 del Observatorio IPA.
Rosatto señaló que las políticas económicas del Gobierno Nacional incentivaron las importaciones de productos terminados, generaron un aumento de las tarifas y provocaron una brutal caída del consumo llevando a las pymes a una situación crítica.
“Estamos atravesando una situación muy grave El gobierno dice que no hay dólares pero tenemos dólares para importar. Nos están llenando de productos importados terminados. La crisis se va a profundizar porque en la medida que sigan viniendo los productos importados terminados del exterior va suplantando la producción nacional”, alertó el empresario pyme.
“Tenemos empresas que están prácticamente sin producir porque le están entrando productos importados. La Secretaría de Comercio sacó los controles técnicos que decían que los productos debían cumplir con normas de calidad. Hay una competencia totalmente desleal”, agregó Rosatto quien también marcó que el Gobierno, a diferencia de lo que hacen países como Estados Unidos para proteger a su industria, bajó los aranceles de los productos importados perjudicando a la producción nacional.
Rosatto sostuvo que las pymes argentinas tienen posibilidad de invertir, crecer y generar empleo dado que Argentina es un país “con grandes oportunidades” gracias al desarrollo energético. Ante esa situación, indicó que el problema que tienen las pequeñas y medianas empresas locales para ser competitivas son los costos dado que en el país la energía, los insumos y los impuestos son más caros que a nivel internacional. Por ese motivo, expresó, el sector necesita un Estado que favorezca a la industria.
“El Estado no proyecta ni tiene ningún plan estratégico industrial para que la Argentina pueda crecer. Dejamos todo en manos de los grandes inversores. El Gobierno no quiere ver esta situación y avanzan con la idea de que la solución de la Argentina son los grandes inversores a través del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que habla de darle facilidades impositivas a los grandes inversores. Eso es una mentira”, afirmó el empresario a tiempo de advertir que el RIGI generará una crisis brutal e irreversible que llevará a la primarización de la economía.