El mercado laboral privado acumula siete meses consecutivos de caída del empleo registrado en la Argentina, lo que llevó a que se pasara de un récord en la cantidad total de asalariados en agosto 2023 a la pérdida de más de 80 mil puestos de trabajo en los siete meses siguientes.
De allí surgen varias incógnitas, como si se extenderá la tendencia negativa y si la economía será capaz de responder con suficiente fuerza en el segundo semestre para recuperar todos los empleos caídos, según los pronósticos del Relevamiento de Expectativas de Mercado que hace el Banco Central de la República Argentina.
ManpowerGroup presentó los resultados de la Encuesta de Expectativas de Empleo correspondiente al tercer trimestre de 2024, que se refiere al período de julio a septiembre. Los datos fueron obtenidos tras relevar a más de 700 empleadores argentinos, quienes reportaron una Expectativa Neta de Empleo (ENE) de aumento de 3% de los consultados, demostrando un aumento de 2 puntos porcentuales en la comparación trimestral y sin cambios en la interanual.
El resultado surge de la diferencia entre las empresas que planean aumentar su plantilla de personal (36%) y las que esperan reducir su plantilla (33%). Si bien el valor es positivo, se trata en realidad de una situación muy modesta.
Luis Guastini, presidente de ManpowerGroup Argentina y director de Talent Solutions para Latinoamérica, explicó que, en comparación con otros países de la región, la expectativa de contratación en Argentina se mantiene virtualmente estancada. “Llevamos casi dos años con Expectativa Neta de Empleo muy baja y ocupando los últimos lugares del ranking mundial de expectativas de empleo”, aseguró.
“Hace un año que la Argentina está perdiendo una oportunidad de oro de atracción de inversiones que sí la están captando los empresarios de otros países. El factor decisivo para que una empresa invierta en Argentina no se basa necesariamente en el costo laboral, sino en la seguridad jurídica. Es muy difícil atraer inversiones cuando la legislación no es clara y hay altos niveles de conflictividad laboral”, comentó.
“Cuando los potenciales inversores piensan en invertir en Argentina buscan disponibilidad de talentos y seguridad jurídica. En el primer punto Argentina es buena candidata, pero en el segundo no. Pesa mucho el hecho de que no se puede saber con anticipación cuál es el costo de los despidos”, insistió el experto.
Actualmente el país ocupa el último lugar del ranking, junto con Rumania. Muy lejos están otros de la región, como Brasil (27%) y Colombia (20%), en todos los casos de saldo neto de las empresas relevadas.
El resultado concuerda con el obtenido por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Trabajo de la Nación. El relevamiento oficial en marzo detectó que para los próximos meses apenas 4,3% de las empresas planeaba aumentar su dotación de personal, frente a 94,1% que no pronosticaba mantenerla y apenas 1,7% disminuirla. De ahí surge un saldo de respuesta positiva de 2,6% de los casos.
Es importante aclarar que la EIL se realiza en función de las expectativas de empresas de más de 10 de trabajadores, por lo que deja de lado a todo el universo micropyme que sí contempla el estudio de Manpower, en el que se producen rotaciones de personal constantes.