Después de semanas de postergaciones e intrigas, el presidente Javier Milei le tomó juramento con claros elogios a su asesor en desregulación, Federico Sturzenegger. Fue en un acto formal en el Salón Blanco de la Casa Rosada al que asistió todo el Gabinete, incluido el ministro de Economía, Luis Caputo, pero faltó el asesor principal del Presidente, Santiago Caputo, que también había pujado para limitar las atribuciones del flamante funcionario.
La ceremonia, prevista para las 18, se atrasó media hora, y transcurrió breve y formal, como se esperaba. Sin embargo, Milei se mostró especialmente de buen humor. Por caso, cuando el escribano de la jura cometió un error al mencionar el horario, el jefe de Estado bromeó: “Voy a ajustar también los relojes”. La sala rió. Después, en un gesto político, le dedicó un elogio a Sturzenegger: “Qué lujo me estoy dando”, deslizó antes de incorporar definitivamente a su “coloso” al Gabinete. Luis Caputo observaba la escena junto al resto de sus colegas, desde la primera fila.
Al terminar con el oficio, el jefe de Estado abrazó a Sturzenegger, bajó de la tarima y se aproximó inmediatamente a su ministro de Economía, que estaba apenas levantándose de su silla, para abrazarlo efusivamente y susurrarle unas palabras. Después hizo lo mismo con Diana Mondino, con Francos, y siguió saludando al resto, incluida la familia del protagonista.
Después de jurar, tomarse selfies y fotos de familia con su equipo, Sturzenegger, que había llevado a su equipo de colaboradores, se acercó a los periodistas acreditados en la Casa Rosada que habían podido acceder por primera vez a una jura en esta administración (en las anteriores se les había prohibido registrarla). Ante los grabadores dijo que se limitaría a “clarificar” su agenda, pero no respondió preguntas. “Una de las líneas que vamos a estar trabajando es la libertad económica. Está esa famosa frase que dice que cuantas más leyes, menos Justicia. Me han pedido sacarle ese pie encima a la actividad productiva”, sostuvo. Y agregó que su próxima actividad será llevar al Congreso su ley “Hojarasca”. Por último, mencionó su rol de transformación del Estado. “Tenemos que entender que cada peso que gasta el sector público es un peso que alguien paga”, expresó antes de alejarse.
Caputo nunca habló ni a favor ni en contra del asesor, pero entre ambos se arrastra una rivalidad subterránea desde el gobierno de Mauricio Macri, que se cristalizó entonces en la sucesión en el Banco Central y continuó. De todas formas, el arquitecto del ajuste y líder de la política monetaria no sólo fue, sino que se sentó en la primera fila. Su sobrino, Santiago, de bajo perfil, en general evita las fotos, pero suele estar presente en los eventos de peso de Milei. Esta vez no fue el caso, a pesar de que se encontraba en el palacio.