En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Socialista Auténtico de Mar del Plata – Batán, Pablo Aceto, planteó que “a través de la resolución 150/24, se libera el precio de la energía eléctrica, es decir, el mercado fijará sus precios y buscará sus insumos, con lo que se le quita a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA), las facultades para suscribir contratos de abastecimiento de energía eléctrica y, por tanto, ya no será un organismo comprador de combustibles y vendedor de electricidad”.
Acto seguido, cuestionó que “es un insulto a la inteligencia, técnicamente la energía eléctrica es monopólica, no puede existir competencia, estamos hablando de más de 100 generadoras de energía eléctrica.¿Cómo sería la competencia, vamos a tener 130 medidores y un día usamos el de Chocón, otro día usamos el de Yacyretá, otro día optamos por usar el de Salto u otro día elegimos el medidor de Atucha? ¿Van a habilitar una línea 0800 donde uno va a pedir, por ejemplo, la electricidad de Piedra del Águila, que viene con promoción? ¿Qué disparate es este? Lo que se quiere hacer es que los usuarios paguen directamente el costo de la energía a precios que nadie va a regular”.
En tal sentido, sostuvo que “esto lo que hace es poner fin a la posibilidad de una Argentina desarrollada porque sí el país en su infraestructura, por ejemplo, en este caso energética, que es la base de todo costo de producción del país, no puede garantizar provisión de electricidad a un precio competitivo ¿quién va a venir? De hecho ya están cayendo industrias por todos lados, empezaron por la textil y van a terminar con las otras como consecuencia del acomodamiento de los precios de la energía a los precios internacionales, que nos cobran a nosotros siendo los dueños del recurso. Llama la atención, que el sector empresarial y su dirigencia estén pidiendo soluciones, pero no hablen de esta cuestión”.
Recalcó que “todo esto tiene una clara orientación: congelar la economía argentina, que ya está en recesión o mejor dicho en depresión, para que produzca excedentes de energía para la exportación, una política que únicamente favorece a los exportadores de energía, en un país como el nuestro que no tiene energía para exportar porque con 690 mil barriles diarios que se producen en el país, no podemos convertirnos en un país exportador , nuestra producción es marginal y la única forma de tener una política exportadora es creando estas situaciones, que destruyen la industria para poder exportar la energía”.
“La Argentina en este camino va hacia la marginalidad, hacia la primarización de su economía, donde sólo algunos pocos van a disfrutar de los beneficios de los recursos naturales, entre ellos las empresas petroleras extranjeras, y los argentinos vamos a quedar sumidos en la postergación, ni siquiera en el subdesarrollo sino en un viaje directo al siglo XIX. Si no recuperamos el control de la generación, de la transmisión y la distribución de los recursos energéticos, que es la base fundamental del desarrollo, no habrá desarrollo y tampoco habrá empleo”, concluyó.