La costa de Mar del Plata vuelve a ser el escenario del espectáculo natural que ofrece la Ballena Franca Austral (Eubalaena australis). Estos cetáceos, que migran entre junio y diciembre hacia sus áreas reproductivas en el Atlántico Sur, Santa Catarina (Brasil) y la Península Valdés (Argentina), están brindando una oportunidad única para residentes y visitantes de observarlos en su entorno natural.
La Ballena Franca Austral alterna entre un período de alimentación en aguas frías y abiertas, principalmente subantárticas, con otro de reproducción en aguas templadas y costeras. Es por esto que la costa de la provincia de Buenos Aires forma parte de su ruta de desplazamiento.
El Grupo Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), CONICET y la UNMDP lleva décadas monitoreando esta especie y ha documentado un aumento en la presencia de estos cetáceos en nuestras costas, un signo alentador de su recuperación tras haber estado al borde de la extinción debido a la caza comercial en los siglos XVIII y XIX.
En los últimos años, se han registrado avistamientos de ejemplares, tanto en grupos como en pares, así como comportamientos reproductivos que son nuevos para la región.
El Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia forma parte de la Mesa de Trabajo para la Conservación de la Ballena Franca Austral creada en el año 2018, y viene trabajando junto al grupo de investigación y el Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc) en el desarrollo de programas y políticas públicas que promuevan la conservación de esta especie y propuestas educativas para toda la población.
Durante estas últimas semanas, y es de esperar que durante los próximos meses, tanto marplatenses como turistas pudieron disfrutar de encuentros con estos animales en la costa, desde distintas playas. Este fenómeno es una oportunidad para conocer esta especie, que es Monumento Natural de la Nación y que está protegida a nivel municipal a través de la ordenanza 21.439, y aprender sobre su ecología.
Es fundamental que aquellas personas que realizan deportes náuticos eviten acercarse a estos individuos, como también que las embarcaciones respeten las normas sobre establecidas para preservación de estos animales y la seguridad de todos.