Tras los pedidos de la oposición, luego de que el Gobierno Nacional publicara los decretos vinculados a la SIDE, este martes se conformó la Bicameral de Inteligencia. En una reunión reservada, se resolvió que la presidencia sea para el senador radical Martín Lousteau, que fue votado por la mayoría de sus 14 integrantes, entre ellos los seis representantes de Unión por la Patria. La vicepresidencia primera quedó en manos del diputado Leopoldo Moreau, mientras que Oscar Parrilli será el secretario. El acuerdo significó un duro revés para el Gobierno de Javier Milei.
La comisión posee siete integrantes por Cámara. Seis corresponden a Unión por la Patria (Germán Martínez, Paula Penacca, Oscar Parrilli, Eduardo 'Wado' de Pedro, Leopoldo Moreau y Florencia López), dos a la UCR (Mariela Coletta y Martín Lousteau), tres al PRO (Martín Goerling, Cristian Ritondo y Elizabeth Terenzi), dos libertarios (Gabriel Bornoroni y César Treffinger), y un peronista federal (Edgardo Kueider).
El Gobierno tenía la intención de ponerse al frente de la Bicameral para controlar el destino de los 100 mil millones de pesos de gastos reservados tan cuestionados por la oposición. Para ello, promovía a Kueider, el senador que formó parte de Unión por la Patria hasta el verano, pero luego fue uno de los votos necesarios en la Cámara alta para la aprobación de la Ley Bases y el Paquete Fiscal. El entrerriano tenía el visto bueno de Karina Milei y de Santiago Caputo. La otra opción que también se barajaba era la de proponer al misionero Goerling (Misiones-PRO) que contaba con el apoyo de Patricia Bullrich. Sin embargo, no lograron los apoyos suficientes y la comisión quedó en manos de uno de los radicales más castigados por el propio Javier Milei.
Este embate para el oficialismo se suma a la posibilidad de que este miércoles, la Cámara de Diputados, rechace el DNU 656/24 y de un puntapié para que haga lo propio el Senado. Es necesaria la negativa de ambas cámaras para su rechazo definitivo. No obstante a ello, en la previa a la sesión del pasado 14 de agosto, el diputado de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, advirtió que casi el 80% del presupuesto de gastos reservados de la SIDE ya fueron ejecutados.
“Para operaciones de la SIDE, ´sí hay plata´. Ya se ejecutaron 80 mil millones”, tituló el comunicado que publicó Ferraro en su cuenta de X, en el que denunció que los fondos “se están utilizando sin control ni justificación legal alguna, con absoluta discrecionalidad”.
Días después, Ferraro amplió la información -que se encuentra en el sitio Presupuesto Abierto- y publicó que el Gobierno (que al 14 de agosto ya había desembolsado $9.960 millones), ejecutó dos días después -el viernes 16- otros $70.100 millones que ya tenía comprometidos “de manera obscena, espuria y sin ningún tipo de control”. En menos de un mes, se gastaron un total de $80.060 millones en gastos reservados, lo que representa el 77.57% del presupuesto ampliado.
En los pasillos del Congreso, se rumoreaba que quienes impulsaron la presidencia de Lousteau en la Bicameral para que se ocupará de regular los fondos, fueron algunos gobernadores radicales que, a cambio buscarían impedir que haya quórum de la UCR en la sesión que tratará el DNU que amplía dichas transferencias discrecionales.
Este miércoles a las 12 es la convocatoria a la sesión pedida por Nicolás Massot en la que se tratará el decreto que asigna la ampliación de los fondos para la Secretaría de Inteligencia del Estado. Algunos dudan si habrá quórum para el rechazo del DNU de la SIDE.