En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Socialista Auténtico de Mar del Plata - Batán, Pablo Aceto, planteó que “se ha liberado el precio tope del gas envasado, el argumento es que nadie desde el Estado va a intervenir en el precio con que la gente quiera vender y quiera comprar, aduciendo por supuesto la lógica de la competencia en el mercado, pero si hay una característica en la industria petrolera es la carterización , es decir un conjunto de empresas del mismo sector que acuerdan cuánto hay que producir y cuánto no hay que producir para manipular el precio, cuyo fin es reducir o eliminar la competencia en un determinado mercado”
En tal sentido, señaló que “eso lo hemos conocido en la Argentina durante muchos años, donde la producción de gas disminuyó notablemente y creció justamente con las políticas de incentivo a la producción. O sea si no había incentivos, no había gas, a tal punto que el 25% de lo que fue el impuesto a la Riqueza se volcó a esa industria conocida como Plan Gas 1, Gas 2. Gas 3 y Gas 4, que es plata que puso el ciudadano en los bolsillos de los empresarios”.
“Hay argumentos, que uno escucha en la calle, que son de fundamento fallido, incompleto o presunciones de conocimiento en algunos casos, donde dicen: ´qué querés, que la energía te la regalen´, y la verdad que no queremos que nos regalen la energía porque es nuestra, no nos tienen que regalar lo que es nuestro y este es el eje de la discusión. Liberar el precio del gas envasado es un despojo”, cuestionó.
Subrayó que “la Argentina para este año compró 30 buques metaneros para traer gas desde el exterior, teniendo nosotros gas en el país. Hay que ser claros, el gas de la garrafa, el gas licuado de petróleo, a diferencia del gas natural, es un subproducto de la refinación del petróleo esto hay que tenerlo en claro porque la Argentina se está dedicando a exportar crudo y a importar gas, es decir utilizando un ejemplo de Belgrano, vendemos cuero y después compramos los zapatos. Esto hace que en el conjunto de las medidas que toma el gobierno lo que está incentivando básicamente es que los argentinos no consuman ni siquiera garrafas que, en definitiva, es el recurso de los sectores más desfavorecidos en lo económico y el precio lo pone el empresario petrolero, que prefiere exportar el petróleo en vez de refinarlo en la Argentina y después que nosotros compremos el gas importado. Claramente, es el negocio de aquellos que nos venden lo nuestro a precio internacional.”
Finalmente, recalcó que “hay que tener claro este concepto: los argentinos no quieren que le regalen la energía porque nadie te regala lo que es tuyo, y esto es algo que tiene que empezar a ser carne en la sociedad porque si no lo modifica la sociedad, no lo impulsa el ciudadano, la política se queda tranquila y sigue en esta rueda interminable, donde la perjudicada es la sociedad argentina despojada de sus recursos que, en definitiva, posibilitan una vida digna y un país desarrollado porque sin energía no hay país desarrollado, y sin desarrollo ni hay empleo”.