El gobierno de Javier Milei tomó distancia de la promesa que hizo la vicepresidente Victoria Villarruel de promover la reapertura de las causas por crímenes cometidos por las organizaciones guerrilleras en los años 70, en el marco de un acto en el Senado convocado en el marco del Día Internacional de las Víctimas del Terrorismo, que se conmemora todos los 21 de agosto.
Villarruel habló en un homenaje emotivo, donde disertaron víctimas que plantearon que hasta ahora no eran escuchadas o no tenían un reconocimiento por parte del Estado similar al que tuvieron aquellas personas que fueron blanco del terrorismo de Estado. Fueron testimonios cargados de dolor y tristeza, no sólo por la ausencia, sino por la indiferencia que sintieron las últimas décadas y la impunidad por esos crímenes. Un evento en el que, sin embargo, se evitó pronunciar una condena a los innegables delitos de lesa humanidad perpetrados en los años de plomo por uniformados.
Ante una consulta de Infobae sobre esa fuerte declaración de la vicepresidente acerca de los 70, en Casa Rosada tomaron distancia. “No es un tema nuestro”, respondieron fuentes inobjetables del oficialismo y confirmaron que ni desde el Ministerio de Justicia, como tampoco desde ninguna otra área del Ejecutivo está bajo análisis o en estudio avanzar con presentación o reclamo alguno ante los tribunales que tiene causas sobre delitos cometidos en los 70 por organizaciones armadas.