El casero de la casa quinta de Carlos Garrido, el ex piloto de TC asesinado en abril de este año, fue detenido en las últimas horas en el marco de la causa que investiga el homicidio del ex deportista. Se trata de Osvaldo Asebedo, quien ya había sido imputado por el caso en el mes de mayo, pero aún permanecía en libertad.
El arresto se concretó este jueves, luego de que las autoridades de la UFI N°5 realizarán una evaluación de los elementos recolectados por parte de la Comisaría Octava y la policía científica de la escena del crimen. A partir de estos indicios, fue que el fiscal Alejandro Pellegrinelli arribó a la conclusión de que el sospechoso “no había sido ajeno al hecho”, tal como había testificado, y pidió su captura por el delito de homicidio.
Una de las pruebas que lo hicieron tomar esta decisión fue los horarios de los llamados de ese día que aportaron los familiares de la víctima a la investigación, los cuales se corroboró que diferían de los especificados en el relato de Asebedo. Sobre todo, en cuanto a la hora en que este llamó al 911 para avisar del episodio.
Las inconsistencias en sus declaraciones -motivo por el cual había sido imputado previamente- también fueron descubiertas en otros fragmentos. En este sentido, la fiscalía confirmó que el acusado padece de hemofilia del tipo A, por lo que al ser herido y desmayarse (como dijo que sucedió) debió perder mucha sangre. “Lo cual no existió, dando a entender que este se inyectó su medicación previo a ser lastimado”, indicaron desde la investigación.
Sobre el cuerpo de la víctima, los investigadores observaron un arrastre, entendiendo que el agresor quiso cargarlo al auto C4 -que fue quemado-, pero por su peso no lo logró. En este punto se tiene en cuenta que el casero de la casa tiene una rodilla discapacitada y es de contextura física muy delgada, mientras que el fallecido pesaba más de 90 kg, pudiendo haber sido él quien quiso moverlo.
A esto se le suma que el informe de bomberos destaca que una vez incendiado el vehículo, se intentó cortar la propagación del fuego a fin de que no se extiendan las llamas hacia el campo donde trabajaba Asebedo, siendo otro factor más de sospecha contra él. Además, en su vivienda se secuestraron dos teléfonos celulares quemados dentro de una bolsa que no pudo explicar su origen.
En consecuencia, este jueves el casero fue detenido en su domicilio luego de un allanamiento en el que se secuestró su celular, el cual será analizado. Él fue trasladado al penal 44 de Batán.
La versión del casero
Osvaldo Asebedo fue el responsable de denunciar el asesinato, debido a que se trataba de la única persona que se encontraba en el predio cuando el ex corredor de 66 años fue atacado. Luego de que el hombre llamara al 911 durante la madrugada del martes, este aseguró a los investigadores que había sido atacado por una persona encapuchada que le había producido un corte en la mano previo a dejarlo inconsciente.
Según la versión del casero, el homicidio y la quema del automóvil Citroën C4 ocurrieron cuando estaba desmayado, por lo que al despertarse descubrió que el cuerpo de Garrido yacía sin vida cerca de la casa principal. Asimismo, negó haber escuchado el ruido de algún vehículo que hubiera ingresado en la propiedad, pese a que admitió que tenía una mala relación con su empleador desde que había comenzado una relación informal con una mujer que había sido pareja de la víctima.
El testimonio de Asebedo fue considerado clave para la investigación, debido a que no hay testigos ni cámaras de seguridad en la zona que pudieran haber captado cómo ocurrió el crimen. Sin embargo, el fiscal sospechaba de la veracidad del relato, ya que en otras declaraciones que tomó en los últimos días señalaron el vínculo conflictivo de ambos.