Para adquirir la Canasta Básica de Alimentos (CBA), una familia de dos personas adultas y dos niños/as requirió de $373.144 en agosto, lo que representa un incremento del 5,54% respecto del valor de esa misma canasta en julio.
El dato se desprende del relevamiento mensual que realiza el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) en comercios de cercanía de los barrios populares de Mar del Plata y Batán.
Luego del salto en julio pasado de casi 10% mensual, continuaron en agosto los incrementos significativos en los comercios de cercanía de General Pueyrredon.
En tal sentido, Rodrigo Blanco, director a nivel local del Isepci, manifestó: “El valor de la CBA para una familia de dos adultos y dos hijos/as pequeños/as, en agosto alcanzó los $373.144 contra $167.313 de noviembre pasado. En los casi nueve meses del actual gobierno, el aumento de los alimentos llegó al 123%. En noviembre del año pasado, con $167.313 la misma familia de cuatro integrantes, se alimentaba conforme los requerimientos nutricionales mínimos que determina el Indec. Este agosto tuvo que sumar $205.831 a su presupuesto para sostener igual dieta.”
En particular, el rubro de frutas y verduras sigue liderando las subas mensuales entre los alimentos con un 11,8% en agosto, seguido por el rubro almacén (4%) y carnicería (3,1%). Especialmente, los productos que más aumentaron este mes fueron, en almacén, la polenta (26%), el yogurt (37%) y la leche (8%); en verdulería, la papa (50%), la batata (37%) y la banana (38%), muy por encima de la media mensual; por último, en carnicería, el pescado subió 22% y el hígado 23%.
Otro aumento importante relevado por el Isepci en el mes de agosto es el del precio de carga de la garrafa de gas envasado de 10 kilos. El precio de recarga promedio, de $9955 en julio, llegó en agosto a $11.100, representando un incremento mensual del 11,5%. El aumento se da en el marco de la desregulación implementada desde la Secretaría de Energía de la Nación, que eliminó los precios máximos de la garrafa. Lejos queda así el precio promedio (un 30% más alto) del precio “de referencia” fijado desde Nación en $8.500.
Asimismo, Blanco analizó la situación preocupante que se encuentran sufriendo los jubilados y las jubiladas, tras el veto total de Milei a la ley de movilidad jubilatoria. La jubilación mínima se ubicó en los $295.540 para el mes de agosto (incluyendo el bono congelado en $70.000 para los haberes mínimos), lo que significa que la jubilación mínima se ubica por debajo de la línea de indigencia, ya que no alcanza a cubrir de manera íntegra el valor de la CBA, solo llega a cubrir un 74% de la misma. El bono que complementa asimismo las jubilaciones mínimas, se mantiene congelado desde el mes de marzo, habiendo perdido una importante capacidad adquisitiva desde entonces.
Finalmente, Blanco consideró: “El relato del gobierno busca instalar una expectativa inflacionaria descendente que no termina de traducirse en una disminución constante. Mes a mes los resultados muestran que los precios de los alimentos no pueden mantenerse en una isla, en la que no impacten los incrementos incesantes de las tarifas y los saltos en el tipo de cambio, que influyen fuertemente en sus costos. En este marco, la herramienta principal que sigue utilizando la conducción económica para contener los precios es profundizar la depreciación del poder adquisitivo de la mayoría de la población, buscando deteriorar aún más el poder adquisitivo de los trabajadores, los jubilados y las familias que perciben asignaciones sociales. Pese a la caída de las ventas y la recesión generalizada en el conjunto de la economía nacional, que produce cierres masivos de los pequeños negocios en los barrios, continúan los aumentos en los alimentos básicos.”