Darío Arrué, interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad, advirtió que el sistema energético argentino enfrentará dificultades en el próximo verano, con posibles cortes de luz en medio de previsiones de altas temperaturas.
Durante una entrevista en Urbana Play, Arrué explicó que el sistema eléctrico está en una situación delicada, con una inversión insuficiente que afecta tanto la generación de energía como su transporte y distribución.
“El verano que viene, y no solamente el verano, va a ser complicado porque el sistema está subinvertido”, afirmó Arrué, haciendo hincapié en que no solo se trata de una cuestión estacional, sino que el problema es estructural. “No solamente van a faltar algunas instalaciones de transporte y de distribución, sino también de generación de energía eléctrica. O sea, los tres segmentos están manifestando algún tipo de restricción”, agregó el interventor.
El funcionario del ENRE subrayó que la combinación de una alta demanda y un sistema debilitado podrían generar interrupciones del suministro eléctrico, aunque aclaró que aún no se han programado cortes de manera oficial. “Aún no hay programación de cortes ni nada, lo que se está previendo es que el verano va a ser muy tórrido”, señaló Arrué. De acuerdo con sus estimaciones, las temperaturas serán especialmente elevadas durante la última semana de febrero y la primera de marzo, lo que aumentará la demanda de energía en momentos críticos.
La falta de inversión en infraestructura energética es uno de los problemas clave que enfrenta el sector. Según Arrué, esta situación se viene arrastrando desde hace varios años, con escasas mejoras en los puntos críticos del sistema. La falta de mantenimiento y la obsolescencia de algunas instalaciones agravan el panorama de cara al verano.