En declaraciones al programa “Sueños y Sonidos”, que se emite por Radio 10 Mar del Plata, Balcarce y Miramar, el Arq. Horacio Gualberto Richard´s sostuvo que “las excepciones sólo en beneficio del interés privado no deberían existir”, advirtiendo que con la invasión de las torres “a este paso, en 25 años más habremos perdido la ciudad que supimos tener, vamos a tener una pequeña Manhattan sobre el borde costero, donde una torre va a tratar de prevalecer sobre la otra, todas disputándose la vista al mar, proyectando sombras sobre la ciudad porque, dada la ubicación de nuestra orientación solar predominante , las sombras van hacia los paseos costeros, hacia los bordes y hacia las arenas. Esto es malo bajo cualquier consideración por eso no se puede seguir procediendo de esta manera.”.
En tal sentido, arguyó que “en las ciudades hay un ecosistema urbano que se va consolidando a través del tiempo y se desarrolla al amparo de las normativas que en su momento lo fueron permitiendo y así se conformaron los barrios de Mar del Plata , y en particular los barrios con frente costero con casas bajas, techos de teja y espacios verdes que caracterizan a un barrio de baja densidad de golpe comienzan a ser impactados por grandes torres que vienen a perturbar violentamente por grandes obras que no benefician al vecino ni al paisaje aledaño del área, no se beneficia el paseo costero y tampoco se beneficia la ciudad. Lo único que se beneficia es el interés privado de aquellos que promueven e impulsan la aprobación de estas torres”.
Asimismo, subrayó que “esta es una de las facetas de este problema y otro aspecto es que este tema se está analizando desde el Concejo Deliberante, donde son todos legos en la materia y ha sido aprobado por una comisión de Obras que preside una psicóloga a la que conozco y respeto pero se está procediendo mal, o sea se ha instalado un sistema que habilita esta lógica perversa de las excepciones con estas absurdas compensaciones y las consecuencias son las indeseables torres”.
Remarcó, además, que “la excepción se ha constituido en la norma, todas estas grandes obras son excepcionales o sea se apartan de los códigos urbanísticos y se aprueban por excepción, o sea que estamos naturalizando las excepciones lo que es invalidar todas las reglas. Lo cual, por definición y propia condición, deviene arbitrario. Lo opuesto a un Plan. El que falta”.
Puntualizó que “la Comisión de Obras y Planeamiento la preside una Psicóloga. Es de imaginar entonces, a los señores inversores, sus patrocinadores, detrás de los concejales para que aprueben esto o lo otro. Discrecionalidad pura. La que el mismo sistema habilita por más que se diga lo contrario. Y esto está MAL. Y lo que está mal hay que corregirlo. No usarlo como antecedente para seguir haciendo el mal. Cuando una Norma debiera ser la Ley a respetar. Y basta”.
Sostuvo, también, que “todas estas torres no debieran construirse o si hay un gran afán por construirlas, estudiemos un distrito bien apartado de la ciudad y pongamos todas las torres juntas pero no alteremos o rompamos el ecosistema imperante en estos barrios tan tradicionales de Mar del Plata”.
“Desde el intendente hacia abajo, a la derecha o a la izquierda en esta materia está todo mal y la ciudad se está yendo al diablo. Hay que crear cuanto antes un Foro, un Instituto o como lo quieran llamar con representantes de la Universidad en este caso a través de la sede académica de la Facultad de Arquitectura, del Colegio Profesional de Arquitectura y de la Municipalidad; y estas personas deberían reunir condiciones y acreditarlas debidamente para que de este modo tener dentro de las fuerzas vivas de la ciudad a aquellos sectores mejor preparados para decir esto puede ser o esto no puede ser. Incluso podrían poner en marcha un nuevo código de ordenamiento territorial donde se terminen estas compensaciones, que para mí son una especie de coima institucional”, concluyó.