El presidente Javier Milei participó de la 79.ª Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) y en un duro discurso acusó a la organización internacional de cometer delitos de lesa humanidad durante la pandemia y de imponer su agenda ideológica, al tiempo que defendió el derecho a la defensa y criticó la invasión rusa a Ucrania.
Al inicio de su discurso, el mandatario explicó que él "no es político" si no un economista liberal libertario que jamás tuvo la ambición de hacer política y que fue honrado con el cargo de presidente de la Argentina “frente al fracaso estrepitoso de más de un siglo de políticas colectivistas que destruyeron el país”.
Luego alertó a las naciones del mundo sobre los peligros que implica que la ONU fracase en cumplir su misión original. “No vengo a decirle al mundo lo que tienen que hacer, vengo a decirle lo que va a ocurrir si Naciones Unidas continúa promoviendo las políticas colectivistas que vienen promoviendo bajo el mandato de la Agenda 2030 y por el otro cuales son los valores de la nueva argentina defiende”, expresó.
En ese sentido repasó la historia de la creación de la organización internacional y manifestó que antes la ONU dejó de velar por los principios esbozados en su declaración fundante. “Una organización que había sido pensada esencialmente como un escudo para proteger el reino de los hombres se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos que pretende decidir no solo que debe hacer cada estado nación si no cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo. Así pasamos de una organización que perseguía la paz a una organización que impone su agenda ideológica a sus miembros”, indicó.
Acto seguido, aseveró que lo que se discute en la ONU es la profundización de “un rumbo trágico” con la imposición de la Agenda 2030 que, según consideró, no es otra cosa que “un programa de gobierno supranacional de corte socialista” que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que “atentan contra la soberanía de los estados nación y violentan el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de las personas”.
“Es una agenda que pretende solucionar la pobreza, la desigualdad y la discriminación con legislación que lo único que hace es profundizarla. La historia del mundo demuestra que la única manera de garantizar la prosperidad es limitando el poder del monarca, garantizando la igualdad ante la ley, el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de los individuo”, puntualizó.
En se momento, el primer discurso de Milei en la ONU se puso más duro contra la organización al sostener que en el 2020 fue una de las “principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad” impulsando cuarentenas a nivel global por la pandemia del coronavirus, hecho que debería ser considerado “un delito de lesa humanidad”.
También señaló que la ONU pasó a ser una organización que defendía los derechos humanos a permitir el ingreso de “dictaduras sangrientas como la de Cuba y Venezuela” sin el más mínimo reproche; de defender los derechos de las mujeres a incluir países “que castigan a sus mujeres por mostrar la piel” y que se ha votado en distintas oportunidades en contra de Israel “que es el único país de medio oriente que defiende la democracia liberal mientras se ha demostrado en simultáneo una incapacidad total de responder al flagelo del terrorismo”.
En el plano económico, apuntó que la ONU ha promovido políticas colectivistas que “atentan contra el crecimiento económico, violentan los derechos de propiedad y entorpecen el proceso económico natural llegando a impedirle a los países más postergados del mundo gozar libremente de sus propios recursos para salir adelante”.
Sobre el final de su discurso, aseguró que el mundo está ante un fin de ciclo. “El colectivismo y el postureo moral de la agenda Woke se han chocado con la realidad y ya no tiene soluciones creíbles para ofrecer a los problemas reales del mundo. De hecho nunca lo tuvieron”, expresó.
“Siempre ocurre lo mismo con las ideas que vienen de la izquierda. Diseñan un modelo acorde a lo que el ser humano debería hacer según ellos y cuando los individuos actúan de otra manera no tienen mejor solución que restringir, reprimir y coartar su libertad”, resaltó.
Ante esa situación, y a modo de cierre, dijo que el mundo está a tiempo de apartarse de ese rumbo y que Argentina es ejemplo de eso. “Argentina está viviendo un proceso profundo de cambio en la actualidad y ha decidido abrazar las ideas de la libertad”, completó.