La desregulación económica promovida por la administración Javier Milei constituyó una enorme transferencia de recursos en favor de los grandes laboratorios farmacéuticos y droguerías del país. La continua suba de precios de medicamentos básicos, sumado al ajuste (doloso) sobre el PAMI y sus niveles de cobertura, profundizaron la crisis social desde diciembre del año pasado. Según el último informe sectorial del Indec, con datos al primer semestre de 2024, se observó un aumento en la facturación total de la industria farmacéutica de 332,9% en comparación con el mismo período del año pasado. Este guarismo supera por lejos la inflación interanual y acumulada durante la era Milei.
La suba de precios desatada por la desregulación del mercado promovida por el gobierno de Javier Milei juega al límite con la salud de la población. El incremento de la facturación de la industria farmacéutica durante el período enero - junio se explicó por el alza registrado en la facturación de producción nacional (313%) y en la reventa local de los remedios importados (381,6%).
Estos guarismos superan por lejos la variación general de precios medida por el Indec, con un alza acumulada del 79,8% durante el primer semestre y del 271% en la comparación interanual. Por ende, los resultados de la facturación de los principales laboratorios del país constituyeron una enorme transferencia de recursos – vía remarcación de precios – desde los bolsillos de los trabajadores, trabajadoras y jubilados de todo el país.
Según los datos desagregados del informe del Indec, los medicamentos de mayor facturación durante el segundo trimestre del año fueron los antineoplásicos e inmunomoduladores (19,4% del total facturado), seguidos por los que actúan sobre el aparato digestivo y metabolismo (16,0%), los que actúan sobre el aparato cardiovascular (12,4%) y aquellos que actúan sobre el sistema nervioso (10,6%).
Concentración
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), elaborado en conjunto con el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (Ceppema) y la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec), da cuenta de la estructura de concentración de la industria farmacéutica, cuadro de situación que permite vislumbrar quiénes fueron los principales ganadores del modelo desregularizador mileista.
La producción en laboratorios de principios activos y medicamentos se encuentra conformada por 354 laboratorios y 229 plantas industriales instaladas en el país, de las cuales 181 son empresas de capitales nacionales. De acuerdo al último informe realizado por las tres organizaciones, el sector se caracteriza por “grandes grupos económicos con una alta integración vertical”.
Un ejemplo de ello sería el grupo Roemmers, cuyas propiedades van desde la producción de principios activos al comienzo de la cadena a través de la empresa Maprimed, pasando por un conjunto de laboratorios como Roemmers S.A.I.C.F, Investi Farma, Nova Argentis, Gramon Millet, Laboratorios Poen S.A. y Ethical Pharma S.A. También posee la distribuidora Rofina S.A.I.C., la droguería Monroe Americana, y acciones en Farmalink.
Dentro de este esquema también podría incluirse al Grupo Bagó (Laboratorio Bagó, Química Montpellier, Nutricia Bagó, Bioprofarma S.A y acciones en la distribuidora Disprofarma), sumado al Grupo Sielecki (ELEA, Sinergium Biotech S.A, Compañía Argentina de Investigación Farmacéutica S.A, Phoenix).
Las primeras 10 farmacéuticas (Roemmers, Elea Phoenix, Casasco, Gador, Montpellier, Baliarda, Raffo, Bago, Bayer y Sanofi Aventis) suelen concentrar el 51% de la facturación local.
La vida y la muerte
Entre noviembre del año pasado y julio de 2024, los medicamentos utilizados especialmente por las personas adultas mayores aumentaron sus precios un 188,2%, según el último trabajo realizado por CEPA, Ceppema y Algec. Este guarismo superó ampliamente a la ya elevada inflación de ese mismo período (164,6%).
Al séptimo mes del año, el incremento promedio de los principales medicamentos fue del 5% mensual, pero con casos que superaron dicho promedio. Por ejemplo, el Ibupirac 600 registró un alza de 13%, seguido una suba de 10,9% para el caso de Aldactone A y Trapax.
“El promedio de los 10 medicamentos que más aumentaron en el último año alcanza una suba interanual del 386%, muy por encima del 263,0% de inflación interanual a julio de 2024. Por encima del promedio encontramos subas interanuales de hasta 482% para Daflon 500 y de 456% para el Ibupirac 600”, puede leerse en el trabajo citado.
A la suba arbitraria del precio de los principales medicamentos consumidos se le suma el ajuste mileista sobre la cobertura del PAMI. Durante lo que lleva de gestión, Milei redujo un tercio el vademécum gratuito utilizado por los adultos mayores. Esto implicó que fueran retiradas cerca de 1000 presentaciones de la cobertura al 100 por ciento que otorgaba el organismo.