El mismo identificará los lugares significativos de la misión como pastor del beato Cardenal Eduardo Francisco Pironio. El concejal de Unión por la Patria, Miguel Guglielmotti, presentó el proyecto destacando la importancia que el ex Obispo tuvo para la ciudad.
El cardenal Eduardo Francisco Pironio fue el segundo obispo de la Diócesis de Mar del Plata, nombrado el 27 abril de 1972 por Pablo VI y finalizando su mandato el 20 de septiembre de 1975. A lo largo de su vida se desempeñó como sacerdote, teólogo, profesor, decano del Instituto de Teología de la Universidad Católica, rector del Seminario de Buenos Aires, obispo y cardenal. Falleció el 5 de febrero de 1998 en la Ciudad del Vaticano. El 16 de diciembre de 2023 en la Plaza Belgrano frente a la Basílica Nuestra Señora de Luján, el Papa Francisco proclamó su beatificación.
“Su predicación retomó en forma constante la realidad local y su entorno, muchos marplatenses y batanenses recordamos sus palabras cuando la ciudad festejó los 100 años, claramente dejó huellas por estas tierras”, enfatizó Guglielmotti
El “Camino de Pironio”, compondrá los siguientes puntos: Catedral basílica de los Santos Pedro y Cecilia (símbolo de la iglesia católica en la ciudad), Centro Diocesano de Estudio y Reflexión CEDIER (símbolo de la formación universitaria teológica), Gruta Nuestra Señora de Lourdes (símbolo de la Marcha de la Esperanza), Banquina del puerto (símbolo del trabajo y la producción), Casa de los Jóvenes (símbolo del trabajo pastoral juvenil) y el Instituto Santa Cecilia (símbolo de la educación católica y lugar de su despedida).
El proyecto del bloque de Unión por la Patria contempla la colocación de una placa conmemorativa en cada uno de los puntos señalados, la cual incluirá una leyenda alusiva al camino y una breve reseña de la relación entre ese punto geográfico y la vida del Cardenal Pironio. El momento para presentar el camino será el 16 de diciembre en un acto conmemorativo con motivo del primer aniversario de su beatificación.
Beatificación
Alcanzó ese estatus gracias a un milagro que fue certificado por el Dicasterio de las Causas de los Santos y aprobado por el Papa Francisco.
Se le reconoce un milagro en relación a la enfermedad de un niño de apenas un año y medio, Juan Manuel, curado en diciembre de 2006 cuando sus padres rezaron durante varios días al cardenal Pironio luego de leer un folleto con su testamento espiritual.
El niño se había envenenado inhalando purpurina y presentado graves problemas respiratorios. Fue internado y permaneció en coma varios días, hasta que se curó inesperadamente sin que los médicos pudieran dar explicaciones científicas a la recuperación.
Un poco de su historia
Pironio se destacó compañando a los jóvenes seminaristas, al laicado argentino desde la Acción Católica, participando como perito y, luego, padre Conciliar en la 3° y 4° sesión del Concilio Vaticano II, animando el pentecostés de la Iglesia latinoamericana como secretario y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) entre los años 1967-1974.
Sirvió en su ministerio siendo obispo como auxiliar en La Plata (1964), administrador Apostólico en Avellaneda (1967), obispo titular en Mar del Plata (1972-1975). En la Curia Romana le fue encargada por San Pablo VI la conducción de la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, y participar de diversas congregaciones como miembro de ellas.
Más adelante, por pedido de Su Santidad San Juan Pablo II, asumió como presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, desde donde inspiró —leyendo las búsquedas juveniles— las Jornadas Mundiales de la Juventud. Su cercanía a las y los jóvenes fue un elemento decisivo durante su tiempo como Obispo local para impulsar la Marcha de la Esperanza, que a día de hoy lleva ya más de cincuenta ediciones realizadas.
Junto a la Congregación Salesiana y de la Compañía de Jesús, promovió la creación y desarrollo de la Casa de los Jóvenes que marcó su tiempo con la formación de jóvenes al servicio de nuestro pueblo tanto en el campo eclesial como social. Como Obispo promovió la religiosidad y la pastoral popular a través de la devoción mariana y la creación de capillas y centros comunitarios en los barrios populares de la ciudad.
Sin lugar a dudas, Pironio sostuvo una clara visión de la educación en todos sus niveles y atravesó el duro trance de la desaparición y posterior asesinato de quien fuera la decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica, María del Carmen “Coca” Maggi.