El grupo económico 777 Partners, al que Daniel Scioli dio como ejemplo para intentar implementar las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas) en el fútbol argentino, quebró y puso todos sus activos en venta. Una vez más, quedó demostrado el fracaso estrepitoso de una empresa de inversión privada, en esta oportunidad de origen estadounidense.
Desde las acciones en los clubes hasta los yates y los aviones de lujo, debieron poner todo a la venta luego de haber llegado a una situación desastrosa e irreversible. A mediados del 2024, le quitaron la administración de Vasco da Gama de Brasil y también recibieron severos cuestionamientos por parte de otras instituciones que administraban, entre ellas Genoa de Italia, Red Star de Francia y Sevilla de España, que también transita por una crisis profunda.
Si bien es muy difícil calcular el valor total de las acciones de este grupo, se estima que superaba los seis mil millones de dólares. Incluso, ya se produjo el desalojo de sus oficinas en Miami y Newport Beach debido a que no estaban pagando los alquileres. Además, con la liquidación de la que tenía en Londres, también perdieron el poder que tenían sobre el equipo de básquet London Lions.
Además, a esto se le suma numerosos negocios que han entrado en un proceso de liquidación en Estados Unidos, el Reino Unido y Australia. Las acciones que tenía 777 Partners en algunas entidades deportivas pasaron a ser del grupo de inversiones neoyorquino A-CAP, ya que el otro grupo ha dejado de ser “una empresa en funcionamiento”.
Además del funcionario, exkirchnerista devenido en libertario, hace pocos meses impulsaron a esta compañía Juliana Santillán (diputada de La Libertad Avanza) y el empresario Guillermo Tofoni. Se trata de una empresa fundada en 2015 en Miami, Estados Unidos, que perdió el control mayoritario de Vasco da Gama por decisión de la Justicia brasileña, ya que tenía el 70% de sus acciones y ahora se quedó con el 30% (minoría), porcentaje que planea vender. La Cuarta Sala Empresarial del Tribunal de Justicia de Rio de Janeiro lo decretó la noche del miércoles, por lo que la institución vuelve a estar en las manos de sus socios. Las principales sospechas son sobre los problemas financieros de la empresa y los impagos al club.
777 Partners también lideró a Standard Líege, uno de los equipos más populares de Bélgica, pero la Justicia local ordenó el embargo de sus activos por una denuncia presentada por Bruno Venanzi, quien fuera su propietario. Se los acusó de no pagar las cuotas vencidas en abril por un monto de 3.500.000 euros cada una, con el fondo que financió la construcción del estadio y de tener muchas deudas con jugadores y empleados. Y otras situaciones similares le ocurrieron con entidades como Hertha Berlín de Alemania, Melbourne Victory de Australia y Everton de Inglaterra.
Los clubes de fútbol de los que tuvo acciones el grupo empresario 777 Partners
Vasco da Gama de Brasil.
Genoa de Italia.
Sevilla de España.
Red Star de Francia.
Standard Líege de Bélgica.
Hertha Berlín de Alemania.
Melbourne Victory de Australia.
Everton de Inglaterra.