La indigencia juvenil en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, según un reciente informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El estudio indica que uno de cada cuatro jóvenes entre 14 y 29 años se encuentra en la indigencia y fuera del sistema económico. En los últimos seis meses, este índice ha crecido un 7,2%, afectando a más de un millón de jóvenes.
“Es una situación crítica”, advierten los autores del informe. La pobreza y la indigencia están afectando de manera desproporcionada a este grupo, donde la tasa de pobreza es al menos un 7% mayor que en el resto de la población.
Las mujeres jóvenes, las más afectadas por la crisis
El informe también resalta una preocupante brecha de género en el mercado laboral juvenil. Mientras que la tasa de empleo para las mujeres jóvenes es del 34%, los hombres jóvenes tienen una tasa de empleo del 45,2%. “A pesar de avances, la brecha sigue siendo significativa”, señalan los expertos.
Esta desigualdad no solo refleja un mayor desafío para las mujeres jóvenes en acceder a trabajos formales, sino que también limita su capacidad de desarrollo a largo plazo, afectando sus ingresos a lo largo de toda su vida laboral.
Consecuencias de la indigencia juvenil en el futuro del país
El impacto de esta crisis en la juventud argentina es devastador. El informe advierte que la indigencia y la pobreza limitan la capacidad de los jóvenes para acumular capital humano, lo que afecta negativamente sus oportunidades laborales futuras. "Los jóvenes que caen en la indigencia hoy, enfrentan una vida marcada por ingresos reducidos y condiciones laborales desfavorables", alertan los autores.
El estudio destaca que el país está enfrentando una pérdida generacional de capital humano, lo que tendrá un impacto significativo en la economía argentina a largo plazo.
La necesidad de políticas urgentes para revertir la situación
El informe concluye con un llamado a las autoridades para tomar medidas urgentes que frenen la creciente indigencia juvenil. “Los jóvenes están siendo excluidos del sistema económico, y esta tendencia no hará más que empeorar si no se toman medidas drásticas”, advierten desde la UBA.
La urgencia de la situación demanda una respuesta inmediata por parte del gobierno y los sectores productivos, que deben implementar políticas inclusivas que permitan a los jóvenes acceder a trabajos formales y condiciones laborales dignas.