Como pronosticaban las encuestas, el Frente Amplio, la principal fuerza opositora en Uruguay, ganó con mucha comodidad las elecciones generales de este domingo, pero la frente de centro-izquierda no consiguió dar el batacazo que esperaba en la presidencial, para evitar un balotaje, y en las legislativas, para conseguir una mayoría propia en ambas cámaras. Su candidato, el ex intendente de Canelones Yamandú Orsi, tendrá que enfrentarse el próximo 24 de noviembre al delfín de Luis Lacalle Pou, Álvaro Delgado, quien podría reeditar la coalición actual y disputar con altas chances el Poder Ejecutivo.
Aunque muchos analistas describieron la campaña electoral como apática, la Corte Electoral uruguaya informó que la participación fue del 89,1%, una cifra apenas menor a la de la primera y segunda vuelta presidencial pasadas, en 2019. Con la misma tranquilidad que marcó toda la jornada, los partidos políticos fueron reaccionando a las encuestas de boca de urnas, mientras el escrutinio oficial avanzaba sin apuro.
Todos estos sondeos coincidían en que el FA se impuso con entre 42 y 44% de los votos, mientras que el oficialista Partido Nacional (más conocido como el partido blanco) quedaba segundo y entraba al balotaje con entre 27 y 28%. Tercero se ubicó el Partido Colorado con entre 15 y 16%. Los partidos que les siguieron son Cabildo Abierto, de extrema derecha, con un poco más del 2%, el Partido Independiente que no llegó a arañar esa cifra e Identidad Soberana, la sorpresa de la noche y la gran incógnita para la segunda vuelta y el futuro Congreso, con un caudal similar a Cabildo Abierto.
Festejos por todos lados
Pese a que en el búnker frenteamplista la decepción fue imposible de esconder, el triunfo permitió celebrar. El senador Mario Bergara fue uno de los primeros en reaccionar y afirmó que el frente está “bien parado de cara a un balotaje”. Y agregó en diálogo con el diario local El Observador: “En diputados va a estar difícil, por más de que se estabilicen los números un poco más arriba. Ojalá lleguemos a la mayoría parlamentaria”.
Aunque saben que la pelea será dura, la fórmula presidencial frenteamplista mantuvo el optimismo. “Hoy volvió a ganar la democracia y la república”, celebró la candidata a vicepresidenta, Carolina Cosse, al subirse al escenario del búnker opositor. “Hace 20 años que el FA es la fuerza mayoritaria del país, nuestra propuesta tiene una historia, un programa de gobierno, un cuarto de siglo”, agregó y llamó, a partir de ahora a “sumar voluntades para tener mañana un gobierno forjador de políticas de Estado”.