En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Socialista Auténtico de Mar del Plata – Batán en Unidad Socialista, Pablo Aceto, planteó que “el gobierno finalmente reglamentó el capítulo sobre energía de la Ley Bases. La norma aprobada por el Congreso a fines de junio introdujo más de 50 modificaciones en la ley de Hidrocarburos 17.319 orientadas a desregular el mercado. Uno de los cambios centrales fue la decisión de privilegiar la exportación de hidrocarburos por sobre el autoabastecimiento”.
Explicó que “antes de la entrada en vigencia de la Ley Bases, el artículo 6 de la Ley de Hidrocarburos, promulgada en 1967, decía que ´durante el período en que la producción nacional de hidrocarburos líquidos no alcance a cubrir las necesidades internas será obligatoria la utilización en el país de todas las disponibilidades de origen nacional de dichos hidrocarburos´. En otras palabras, el mercado interno se imponía por sobre la exportación. De hecho, las petroleras interesadas en exportar crudo debían iniciar un trámite en la Secretaría de Energía tres meses antes de concretar la operación. En ese acto informaban cuánto petróleo tenían previsto vender al exterior y a partir de ese momento se abría un plazo de 5 días hábiles para que cualquier refinador local que deseara ese crudo pudiera cruzar esa operación de exportación y reclamar el petróleo para su refinería”.
En tal sentido, cuestionó que “el cambio de paradigma que cambia el objetivo de abastecer el mercado interno por el de la maximización de la renta petrolera implica que lo único que le importa al gobierno de Javier Milei es que las petroleras ganen dinero y las necesidades internas del país no le interesan. Con este profundo cambio de paradigma, el recurso energético nacional no es para los argentinos es para las empresas de capital extranjero que van a explotar ese recurso y aquí entramos en una discusión que ya hemos planteado varias veces, un país para desarrollarse necesita energía y si tiene la capacidad de autoabastecerse puede obtener una ventaja competitiva con respecto a otros países que no las tienen”.
“Sin el control de los recursos energéticos, la Argentina no tiene destino y la entrega sistemática de nuestros recursos energéticos, minerales y la pesca expanden las fronteras de la pobreza y la marginalidad, colocándonos en una situación de Estado fallido”, concluyó
