Javier Milei asumió la presidencia pro tempore del Mercosur con un discurso plagado de críticas y una polémica frase inicial: “Todo lo que sea para romper me encanta”.
La frase se dio mientras Milei y Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay y presidente pro tempore saliente, se acomodaban para el discurso del mandatario argentino.
Una vez más, Milei retomó su discurso crítico contra el Mercosur remarcando ante los mandatarios de la región que el bloque “ha sido un escollo para el progreso de los argentinos”.
“Este problema no es nuevo, pero si seguimos pretendiendo tratar de tapar el sol con las manos se volverá cada vez más difícil de solucionar”, continuó, al tiempo que pidió buscar una nueva fórmula que beneficie a todos los países para que puedan comercializar más y menor. En la misma línea, amplió: “Ganemos autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan y si eso es comerciar libremente entre nosotros, propongo que aflojemos las ataduras que hoy nos ahogan en lugar de fortalecernos”.
En esa línea, y tal como propone en el estado argentino con auditorías, Milei adelantó que “como todo organismo, para ver si funciona bien, será sometido a escrutinio”. Y también abrió la puerta a “cambios de reglas entre los países firmantes”.
En un tono más moderado del habitual, Milei planteó: “Si el bloque no es un motor dinámico que facilite el comercio, que impulse la inversión y mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos de nuestra región, ¿cuál es el sentido que tiene?”.