La interna entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel sumó un nuevo episodio tras la polémica sesión en el Senado, donde el legislador Edgardo Kueider fue expulsado por “inhabilidad moral” mientras se encontraba en Italia.
Victoria Villarruel, presidenta del Senado, condujo la sesión donde se resolvió la expulsión de Kueider, decisión que generó fuertes cuestionamientos desde el Ejecutivo.
La controversia radica en que, según el presidente, la vicepresidenta no debería haber encabezado el debate debido a un supuesto error administrativo relacionado con las notificaciones.
Desde el oficialismo, señalaron que la responsabilidad recae en Casa Rosada por la falta de una “comunicación fehaciente”. En palabras de un legislador oficialista:
“Cualquier trámite administrativo requiere notificación clara. Esto es responsabilidad del Ejecutivo, no de Villarruel”.
Victoria Villarruel se defendió, asegurando que actuó según el protocolo y que no interfirió en la votación del cuerpo, que aprobó la expulsión por amplia mayoría.
El legislador oficialista Paoltroni reveló en una entrevista con Radio Mitre que Milei y Villarruel no se hablan desde hace siete meses, lo que evidencia un quiebre en la conducción del gobierno.
“Si el Presidente no admite errores, debería analizar la situación en su entorno: ¿es culpa del escribano o de la Secretaría de Presidencia?”, agregó.
También calificó la sesión como válida: “La falta de notificación no invalida la decisión tomada por el Senado”.
La disputa entre el presidente y la vicepresidenta resalta un problema estructural dentro de la administración:
• Falta de coordinación: Las críticas desde ambas partes muestran una ausencia de diálogo en temas clave de gestión.
• Impacto institucional: El conflicto podría debilitar la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, afectando la capacidad de gobernar.
La tensión entre Milei y Villarruel no solo afecta la gobernabilidad, sino que plantea dudas sobre la capacidad del oficialismo para afrontar desafíos institucionales en medio de una interna que parece irreconciliable.