Donald Trump fue condenado este viernes por el caso de la ex actriz de cine porno Stormy Daniels en una sentencia simbólica aunque histórica que no implica cárcel ni multa, pero que convierte al presidente electo en el primer delincuente convicto en llegar a la Casa Blanca. El mandatario electo había pedido a la Corte Suprema de Estados Unidos que detuviera la lectura de la sentencia antes de su investidura, que será en apenas 10 días.
“Este tribunal ha determinado que la única sentencia legal que permite la entrada de una sentencia condenatoria sin invadir el cargo más alto de la tierra, es un descargo incondicional”, dijo el juez del Tribunal de Distrito de Manhattan Juan Merchan en una audiencia a la que Trump asistió virtualmente.
El presidente electo fue declarado culpable de falsificar documentos para intentar encubrir un escándalo sexual en la recta final de su campaña a la Casa Blanca en 2016. Trump ya había sido imputado por el caso de soborno en marzo de 2023, y además enfrentó un caso federal en su contra por intentar revocar el resultado de las elecciones de 2020.
El mandatario cuestionó todo el proceso judicial. “El juicio se hizo para dañar mi reputación para que perdiera las elecciones y obviamente eso no función”, dijo el magnate por videoconferencia desde Florida junto a uno de sus abogados.
Esta condena poco usual mantiene la culpabilidad pero no implica condena a cárcel, multa o libertad condicional.
El republicano de 78 años, que regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, fue declarado culpable en mayo pasado por un jurado popular de 34 cargos de falsificación contable para esconder el pago de 130.000 dólares en la recta final de las elecciones de 2016 a la ex actriz de cine porno Stormy Daniels, con la que habría mantenido una fugaz relación extramatrimonial diez años antes, haciéndolo pasar como gastos legales.
Había intentado de todas las formas no asumir como condenado, pero el jueves la Corte rechazó por estrecho margen -cinco votos frente a cuatro- un recurso de urgencia para impedir in extremis el anuncio de la sentencia, en el único de los cuatro frentes judiciales que tenía abiertos. En su pedido, había alegado una supuesta “inmunidad presidencial por actos oficiales” convalidada por el mismo tribunal, que sin embargo lo rechazó.