El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado la retirada de Cuba de su lista de Estados patrocinadores del terrorismo este martes, donde la primera Administración de Donald Trump había incluido al país caribeño durante su mandato. La medida, según ha declarado un alto cargo del Gobierno de Joe Biden que ha hablado bajo la condición del anonimato, se adopta como respaldo al diálogo entre el Gobierno de la isla con el Vaticano para la liberación de presos políticos.
Además, Washington ha suspendido una cláusula, incluida en la ley Helms-Burton sobre el embargo estadounidense a la isla, que permite a los cubano-estadounidenses reclamar compensación a Cuba por los bienes que les fueron incautados en la era castrista. Esa suspensión, alega el Gobierno, “es necesaria para los intereses de la seguridad nacional y para acelerar la transición a la democracia en Cuba”. Asimismo, eliminará una lista que restringe a determinadas entidades cubanas de llevar a cabo una serie de transacciones financieras.
“Es un paso dado en el interés nacional de Estados Unidos, pero también con el entendimiento de que facilitará el importante diálogo que la Iglesia católica desarrolla con respecto a los defensores de los derechos humanos en Cuba”, ha apuntado el alto cargo para defender la medida.
Washington espera que el Gobierno de Miguel Díaz-Canel liberará a un “gran” número de presos después de que la Casa Blanca haya movido ficha, según ha agregado. La Habana había apuntado a la inclusión en la lista como uno de los grandes obstáculos para aproximar posiciones.