En diálogo con Cazador de Noticias, el dirigente del Partido Socialista Auténtico de Mar del Plata – Batán en Unidad Socialista, Pablo Aceto, planteó que “la agencia bloomberg publicó recientemente un informe destacando que la Argentina alcanzó el récord - que no se conseguía desde hace 16 años - de 710 mil barriles de crudo diarios y una producción de gas de 139 millones de metros cúbicos por día aunque sigue siendo notoria la diferencia con Brasil que produce 3 millones y medio de barriles diarios de crudo y más de 150 millones de metros cúbicos por día de gas, pero es importante tener en cuenta que los excedentes de hidrocarburos no son la consecuencia de una mayor producción sino del achicamiento de la economía argentina. En el 2012 con un año de recesión, la Argentina consumía 670 mil barriles diarios y en la actual recesión consume 410 mil barriles diarios dado que la producción industrial es menor y esos excedentes son aprovechados por las empresas petroleras para venderlos al exterior”.
En tal sentido, cuestionó que “el supuesto récord de hidrocarburos se contradice también con las negociaciones con Bolivia para la compra de gas y que según el Ministerio de Energía chileno, entre enero y septiembre se podrían enviar a la Argentina hasta 2,5 millones de metros cúbicos por día (Mm3/d) de gas natural. El precio que paga el Gobierno de Javier Milei es tan elevado que Chile que no tiene ni gas ni petróleo, importa gas y se lo vende a la Argentina y gana plata. Esta operación ya había levantado sospechas de corrupción en la actual gestión”.
Asimismo, trajo a colación que “la triangulación de importación de gas vía Chile tiene antecedentes opacos. Consta en la investigación de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) por las importaciones realizadas entre 2016 y 2018, cuando Juan José Aranguren era ministro de Energía”.
“Aranguren ya había sido denunciado por este hecho por el entonces senador nacional Pino Solanas, quien fundamentó su sospecha precisamente en que Chile no es un país productor de gas natural, sino que lo importa por barcos. En ese momento las compras se pagaron hasta 128% más caras que el gas proveniente de Bolivia”, agregó.
Remarcó que “es incomprensible que con récord de producción, en paralelo a la importación de gas por intermediación de Chile, el gobierno de Milei negocia también renovar las compras a Bolivia, que en esta gestión ya fueron atravesadas por un escándalo porque la actual gestión convalidó precios que duplican los que pagaba el anterior gobierno. Además, la reversión del gasoducto Norte que conecta con Bolivia, para exportar el gas de Vaca Muerta a Brasil es una gran obra de ingeniería, con lo cual si sigue viniendo desde Bolivia quiere decir que esa obra de reversión, que fue inaugurada y se está pagando, no se hizo”.
“Desde la década menemista de los ´90, toda la política energética argentina ha entrado en un cono de sombras que cada vez es más oscuro y más sombrío, y sigue atravesada por la corrupción, que es por donde hay que buscar las razones del empobrecimiento de la Argentina”, concluyó .