Cada vez es más complicada la situación judicial de dos de los cinco policías acusados de perseguir y matar a Matías Paredes, de 26 años. Juan Molina y Emilio Flores están detenidos por ser los responsables de los disparos y se negaron a declarar. El abogado de la querella, Maximiliano Orsini, ordenó pericias a los celulares de todos y también a los autos en los que circulaban de civil, que estaban sin patente.
Los que hablaron ante el fiscal Alejandro Pellegrinelli, de la UFI N°5, fueron los agentes Juan Rufino Gerez, Héctor Murray y Javier Massia. Los tres negaron haber disparado, lo que coincidió con los resultados preliminares de la pericia balística a sus armas: todas tenían el cargador completo. Orsini explicó a TN que es probable que ellos recuperen la libertad, pero no se sabe cuándo.
Al mismo tiempo, el letrado solicitó el secuestro de los teléfonos de los cinco agentes involucrados “para ver si hay un encubrimiento posterior” al ataque mortal.
Los vehículos en los que viajaban los policías fueron peritados y se esperan los resultados de esos estudios durante las próximas horas. Son la camioneta Ford Ecosport que iba con dos agentes y el Volkswagen Bora en el que viajaban los otros tres ocupantes.
Por ahora, todos siguen imputados por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la calidad de funcionario público”. Están detenidos en la Unidad Penal N°44 de Batán hasta que se pueda determinar la responsabilidad de cada uno.
Molina y Flores, los más complicados, no serán citados a declarar nuevamente -por lo menos esta semana- porque ya cumplieron con su acto de defensa, según aseguró el fiscal Pellegrinelli.
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