Los vecinos de Bahía Blanca afectados por las inundaciones echaron en medio de insultos a Patricia Bullrich y a Luis Petri, indignados porque llegaron, se sacaron la foto y se fueron.

"Perdimos todo, hija de puta. Volvete a pie, mojate los zapatos aunque sea", le gritó uno de ellos. "No le tires agua, ella necesita vino", agregó otro, "mojate como nosotros", fue otra de las frases, según se ve en un video que rápidamente se viralizó.

La ministra escapó rodeada por efectivos de la Policía Federal y Prefectura en medio del griterío de los vecinos. Petri se mantuvo a prudente distancia, pero también recibió insultos.

Entre forcejeos se subieron a una cuatro por cuatro blanca, que se apresuró en salir del predio, cuando se acercó otro grupo de vecinos y empezaron a golpear la camioneta.

La bronca de los vecinos se venía incubando porque el gobierno nacional demoró en asistir a la ciudad, que sufrió una de las catástrofes más graves de su historia. Al punto que el corredor de Fórmula I, Franco Colapinto, le dio retuit a un mensaje de su manager en el que le avisaban al presidente Milei que "Bahía Blanca queda en la Argentina".

La bronca fue tan trasversal que este sábado el gobierno de Milei se dio cuenta que no tenía margen para seguir enredado en la pelea con el gobernador Axel Kicillof y finalmente anunció que liberará una partida para auxiliar a la ciudad del sur bonaerense.

En Bahía Blanca no tienen un buen recuerdo de Milei. Al inicio de su mandato la ciudad sufrió un tornado y el Presidente se acercó disfrazado de comando, pero no quiso enviar ayuda. Se limitó a decir que confiaba en la fortaleza de los bahienses para recuperarse.

Meses más tarde tuvo otro episodio similar cuando dejó plantados en la pista a un grupo de bomberos de Córdoba que habían arriesgado la vida para combatir los incendios.

Como sea, la ministra no pudo resistir la tentación de hacer campaña con su visita y luego del incidente posteó un video en un tramo previo al enojo con los vecinos en el que festeja la celeridad del Gobierno para romper una ruta, cuando es evidente que faltan obras hidráulicas en Bahía Blanca.

Y es que la tragedia pone en evidencia una repetida máxima de Milei, que la obra pública perjudica a la gente.