La sugestiva ausencia del edil radical Daniel Nuñez - quien con vistas a revalidar su banca, asumió la presidencia de su bancada - , desbarató este martes en la comisión de Derechos Humanos el funcionamiento de la mayoría automática, que hasta el día de hoy no dejaba otro margen a la oposición, más que expresar sus disensos en minoría.
El hecho es que los representantes del interbloque gobernante quedaron en paridad numérica con sus pares del arco opositor, conformado por Unión por la Patria y el Frente Renovador, y el desempate de la presidenta de la comisión, Valeria Crespo, determinó el archivo de un expediente impulsado por el edil del Pro, Julián Bussetti, que buscaba derogar la Ordenanza N°18343, por la cual se garantiza a la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo un espacio en edificios públicos municipales para la difusión de sus acciones.
Por supuesto, Bussetti previendo el destino de archivo de su iniciativa legislativa, intentó que quedará en comisión y ante el hecho consumado del archivo, acusó a la oposición de ejercer una vendetta como sí su interbloque no hubiese hecho uso y , sobre todo, abuso de la mayoría automática para imponer su voluntad omnímoda, haciendo del debate una ficción inocua.
Claro está que no se trataba de un expediente relacionado con la modificación de normas urbanísticas para habilitar la construcción de una torre, que hubiera puesto al radical ausente en un dilema existencial, sino de un expediente de un carácter político, exento de cuestiones económicas.
Al fin y al cabo, la situación refleja mar de fondo al interior del oficialismo, donde las relaciones entre el radicalismo y el pro guardan una distancia proporcional al acercamiento de los últimos días entre el intendente Guillermo Montenegro y La Libertad Avanza.
