Desde el 1 de junio de 2015 hasta el 30 de mayo de 2025, hubo 2.589 femicidios, femicidios vinculados y trans-travesticidios en la Argentina. Esto significa que una mujer o persona trans fue asesinada cada 33 horas, así lo reportan los datos del Observatorio de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) publicados al cumplirse una década del primer Ni Una Menos en el país donde miles de personas salieron a las calles a reclamar contra la violencia de género.
"La violencia machista no cesa y el ajuste de Milei profundiza la precariedad de nuestras vidas", indicó el Observatorio y puntualizó que el 86% de los femicidios fueron directos, en tanto que el 11% fueron vinculados y el 3% fueron trans-travesticidios.
Los datos son escalofriantes: 2.589 víctimas en 10 años. Una persona asesinada cada 33 horas. El 86% fueron femicidios directos, unos 2.788 niñas niños y adolescentes quedaron huérfanos, el 64% de los femicidios ocurrieron en el hogar de la víctima, el 50% de las víctimas tenía entre 19 y 40 años.
Los datos además reportaron que 61 embarazadas fueron asesinadas. En tanto que 1280 mujeres madres fueron víctimas de femicidios.
Solo el 17% de las víctimas había realizado una denuncia previa, evidenciando las tremendas fallas del Estado en detectar y acompañar a las víctimas de violencia machista.
De las que denunciaron, el 54% obtuvo una orden de restricción, pero solo el 10% accedió a un dispositivo electrónico de alerta.
El 9 % (167) de los femicidas pertenecían a fuerzas de seguridad (9%), el 53 % de ellos utilizó su arma reglamentaria para cometer el crimen.
El 67% de los femicidas eran pareja o ex pareja de las víctimas, el 38% convivía con ellas al momento del crimen. La violencia íntima y doméstica sigue siendo una de las expresiones más brutales del machismo estructural.
Victoria Aguirre, vocera nacional de MuMaLá, advirtió que “el brutal ajuste del gobierno de Milei desmantela las pocas herramientas que conquistamos con años de lucha. El recorte en políticas de género, la eliminación de programas de asistencia y la desjerarquización institucional nos expone aún más. El negacionismo del gobierno no es sólo retórico: es una condena de muerte para muchas.”.
“La reducción del Estado, en nombre de la ‘libertad’, se traduce en menos prevención, menos asistencia y menos justicia. No podemos permitir que el ajuste siga cobrando nuestras vidas”, agregó.
Desde MuMaLá exigieron al Estado argentino que cumpla los compromisos establecidos en normas nacionales e internacionales con rango constitucional, restituya los recursos institucionales, declare la Emergencia Nacional por Violencia de Género, como vía para garantizar una atención integral y efectiva a mujeres y personas LGBTIQ+ en situación de violencia.
