Desde abril hasta la fecha, la Empresa Distribuidora de Energía Atlántica (EDEA) registró más de 55 hechos vandálicos, una cifra que revela un promedio alarmante: casi un robo por día. Cada uno de estos incidentes deja sin luz a barrios enteros y expone a la comunidad a graves riesgos.
Los ataques se centran principalmente en los transformadores de la red eléctrica. Los delincuentes se trepan a los postes donde están ubicados estos equipos, arrancan los cables de cobre y generan cortes de energía que pueden durar horas o incluso días. El impacto no es solo técnico: uno de los robos ocurrió frente al Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Oscar Alende” y afectó al principal hospital de la región.
Barrios como Florentino Ameghino, Jorge Newbery, Santa Rosa de Lima, Libertad, La Herradura, San Cayetano, Las Américas, Los Pinares, Batán, Malvinas Argentinas, Hipódromo y Bernardino Rivadavia ya fueron víctimas de esta modalidad delictiva. Y no solo pone en peligro la continuidad del servicio sino también la vida de los propios delincuentes, al manipular sistemas eléctricos de alta tensión.
Desde EDEA aseguran que la situación es crítica. Además de realizar las denuncias correspondientes, la empresa intensificó el trabajo conjunto con la Secretaría de Seguridad del municipio, la Policía Departamental y las fiscalías intervinientes. En mayo, una serie de allanamientos en chatarrerías permitió secuestrar más de 20 kilos de cables de cobre sustraídos de la red.
La distribuidora solicita la colaboración ciudadana: cualquier persona que observe movimientos sospechosos o individuos trepando postes, especialmente de noche, debe denunciar al 911 de inmediato.
