En diálogo con Cazador de Noticias, el ex secretario de Cultura del Municipio de General Pueyrredon, Nino Ramella, cuestionó que “el pedido de excepción por parte del Departamento Ejecutivo al Honorable Concejo Deliberante para alterar los indicadores urbanos de lo que es R7, que permite tan solo 7 metros, para construir un nuevo edificio en el barrio Stella Maris se inscribe en lo que viene siendo un hábito de la Municipalidad y es la realización de estos festivales de excepciones para contradecir las normas urbanísticas, sin importar siquiera el efecto que producen esas construcciones en cuanto a la calidad de vida del vecindario, y sin importar tampoco que se contradigan las normas que ya están establecidas”.
Trajo a colación que “el 9 de marzo del año pasado, los Colegios profesionales de Arquitectos y de Martilleros Públicos pidieron una audiencia con el intendente en la intención de transmitirle las inquietudes en torno a esto y no recibieron siquiera acuse de recibo del pedido de esa audiencia”.
Recalcó que “la intención era ponerse a disposición de la Municipalidad para la realización de un plan estratégico de desarrollo urbano, que armonice con la calidad de vida de los residentes y con la defensa del patrimonio. Pero hay un absoluto desdén, un desprecio por lo que la mayoría de la gente en esta ciudad cree y piensa”.
Refirió, además, que “en una petición de Change.org , hay más de 20 mil firmas , pero no importa la cantidad de gente, el Ejecutivo municipal hace oídos sordos a este clamor para que terminen de regalar a algunos desarrolladores las excepciones para construir alturas que no están permitidas”.
Por otra parte, consideró que “también, hay otras cuestiones que son muy importantes para que la ciudad analice, ya van varias veces que la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos ha alertado sobre el riesgo de lavado de dinero a través de la industria de la construcción. Y ya que hace esa advertencia, tendríamos que poner el ojo donde estamos permitiendo poner inversiones, por las dudas y para no convertirnos en otra ciudad como lo es alguna que ya existe, en nuestro país, tomada por el narcotráfico”.
Hizo hincapié en aclarar que “ninguna de las personas que estamos en contra de estas excepciones están en contra de la construcción ni de las inversiones , se está en contra de construir torres en lugares en los que no está permitido. En muchas partes del mundo se construyen edificios y alturas, y hay inversiones muy grandes, pero en lugares que están destinados a eso, no en los barrios residenciales”.
Refiriéndose a la torre de 35 pisos en pleno barrio Stella Maris, destacó “hemos tenido la suerte que un juez frente al amparo que presentaron los vecinos, primero que admitiera ese amparo y luego que dictara dos cautelares , una de las cuales impide cualquier prosecución de trámites para la construcción de la torre de ´La Robla´, y la otra cautelar es anunciar que hay una anotación de Litis, es decir que esos terrenos están en litigio para que no haya terceros que de buena fe se enfrenten a una situación que luego les resulte perjudicial. Y ahora estamos a la expectativa de cuál podría ser la sentencia definitiva , o por lo menos la sentencia en primera instancia, seguramente la Municipalidad apelará, pero tenemos la esperanza de que , esta vez, la Justicia ponga las cosas en su lugar”.
“Si quieren construir una ciudad que se parezca a Dubái, Miami, Panamá o Shanghái, que convoquen a un plebiscito y consulten a la gente a ver si quieren dejar de tener la Mar del Plata que hemos tenido y heredado o convertir esto en Dubái, pero hasta que eso no ocurra no se puede tomar una decisión así nomás de la noche a la mañana”, sostuvo.
“ El Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio ha dado ya su parecer, diciendo que le parece un disparate y no hay un sólo urbanista, ni un sólo especialista en patrimonio, que pueda avalar este disparate”, concluyó.
