La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) manifestó este martes su “profunda preocupación” ante la decisión del Gobierno nacional de disolver la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), una medida oficializada a través del decreto 461/2025 y publicada en el Boletín Oficial.
Mediante un comunicado, la entidad advirtió que la eliminación del histórico organismo, con más de 90 años de trayectoria, compromete la capacidad del Estado para planificar, licitar y controlar obras viales con eficiencia y transparencia. “Durante décadas, Vialidad Nacional garantizó una mirada federal sobre la infraestructura del país”, expresó CAMARCO, destacando además el rol técnico de los equipos que integraban el organismo.
La medida, que transfiere funciones al Ministerio de Economía y a la Gendarmería Nacional, genera incertidumbre sobre el futuro de obras estratégicas, la continuidad del empleo y la coordinación con el sector privado. “El mantenimiento de más de 30.000 kilómetros de la red federal no concesionada se vuelve una preocupación crítica, tanto por su impacto en la logística y la producción como en la vida diaria de miles de ciudadanos”, agregaron.
Desde CAMARCO reclamaron abrir canales de diálogo para “el diseño de políticas con visión estratégica y federal”, remarcando que la inversión en rutas no es un gasto, sino “una herramienta para generar empleo y desarrollo productivo”.
Por su parte, el Gobierno justificó la medida argumentando que la DNV contaba con una estructura sobredimensionada, con 5.184 agentes —de los cuales apenas el 33% realizaba tareas operativas— y un exceso de cargos jerárquicos y recursos materiales. Además, denunció casos de nepotismo vinculados al sindicato vial y estimó un ahorro anual de 100 millones de dólares gracias a la disolución.
Con esta decisión, la Casa Rosada apuesta a un modelo de mantenimiento vial con mayor participación del sector privado, en línea con su objetivo de reducción del gasto público.
