La Unión Industrial Argentina (UIA) publicó un duro comunicado en el que manifestó su preocupación por el deterioro de la actividad y pidió medidas urgentes para sostener la producción y el empleo. Si bien valoraron la baja en la inflación y el orden fiscal, advirtieron que el costo financiero y la falta de crédito están asfixiando a las PyMEs industriales.
“El nivel de las tasas debe adecuarse a la capacidad real de las empresas”, reclamaron. La entidad también denunció que la presión sobre los costos sigue en alza, mientras el capital de trabajo se debilita.
Según el Centro de Estudios UIA, la industria perdió en promedio 1.500 empleos mensuales en el último trimestre. Desde agosto de 2023, la sangría acumulada asciende a 37.000 puestos de trabajo. La recuperación que había comenzado en 2023 muestra claros signos de estancamiento desde hace cinco meses.
En paralelo, la UIA señaló que el sector manufacturero viene conteniendo la inflación. Mientras el IPC acumuló 150% desde diciembre, el IPIM industrial subió 86% en el mismo período.
Además, advirtieron sobre el impacto del contrabando y la informalidad creciente, que genera “competencia desleal” frente a un sector formal “ya castigado por la presión impositiva”.
En el plano institucional, el presidente de la UIA, Martín Rappallini, confirmó una agenda federal con visitas a Jujuy, Córdoba, Santiago del Estero, Mendoza, Santa Fe y Neuquén. También destacó el reciente encuentro con el ministro Luis Caputo, donde se discutieron medidas para reactivar el crédito industrial.
Desde AFAC, por su parte, alertaron por el riesgo de desindustrialización en el sector automotor por las laxas reglas de origen con Brasil, que permiten etiquetar como “Mercosur” a autos con apenas un 16% de autopartes regionales.
