Los gobiernos municipales pasan y dejan invariablemente algún sello distintivo, obras que son recordadas o servicios mejorados, en fin alguna impronta positiva o no tanto siempre queda en el recuerdo de la ciudadanía.
Si tomamos el servicio más importante que presta la Municipalidad de General Pueyrredon a través de empresas concesionarias, objetivamente podemos decir que con Montenegro el transporte público colectivo de pasajeros retrocedió 25 años. Si hablamos del valor del boleto en relación al servicio efectivamente prestado también objetivamente podemos decir que el costo adelanta unos años.
En agosto del año 2000, hace 25 años, se iniciaba con una Audiencia Pública el debate para licitar el servicio de Transporte Público Colectivo de Pasajeros y superar 50 de años de precariedad, pues bien, en seis años de este gobierno municipal el servicio volvió a la precariedad y con un costo de boleto exorbitante en relación al pésimo servicio que se presta.
El primer aumento de boleto otorgado por Montenegro en agosto de 2020 llevó el valor del mismo a $35,24. El valor actual del boleto es de $1360 lo que representa un aumento del 3760 por ciento. La inflación acumulada desde agosto de 2020 hasta el último dato relevado por el Indec del mes de junio de 2025 fue de poco más del 500 por ciento. La exorbitante diferencia entre la evolución de la inflación y el valor del boleto debería ser explicada por el Intendente municipal antes de irse de la ciudad como ha manifestado, teniendo en cuenta por sobre todo que el alto costo que pagan los usuarios no admite la más mínima comparación con los servicios que se prestan a valores aún más baratos en otras grandes ciudades de la Argentina, tales los casos de Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe entre otras.
En la precariedad no hay nada que cumplir, nada que controlar, nada que reclamar, simplemente porque los usuarios para usar el pésimo servicio y más caro de la Argentina deberán pagar el valor del boleto que fije el Intendente.
(Gentileza- Roberto Latino Rodríguez)
