El candidato a Intendente por Recrear cuestionó las inconsistencias de las propuestas del oficialismo y de la UCR para combatir la inseguridad.
El candidato a Intendente del partido conducido por López Murphy, Guillermo Castello, criticó “todas las medidas para combatir la inseguridad ciudadana que viene proponiendo desde hace años Daniel Katz y que ahora repite su delfín Sergio Fares, como si no hubiesen fracasado rotundamente”.
Castello manifestó este martes que “durante todos estos años el actual Intendente hizo todo lo posible para esquivar la responsabilidad de hacerse cargo de la conducción de la policía local, y prefirió echarle las culpas al Gobernador, al Ministro de Seguridad provincial y a la Policía, a quienes llegó a acusar de relajar la prevención y de liberar zonas para que se cometan delitos”.
Agregó que “ni siquiera el incremento sostenido de la ola de robos, violaciones, asaltos y salideras bancarias que sufrimos los marplatenses día a día, han logrado convencerlo de que para proteger a nuestros vecinos es ineludible que el Intendente, como máximo jefe político de la ciudad, se ponga los pantalones largos y solicite urgentemente a las autoridades provinciales el traspaso de la policía al ámbito de la ciudad, asumiendo en serio la responsabilidad por la seguridad de sus habitantes. De esta forma, el Intendente podrá hacerse cargo de diseñar las políticas preventivas y las acciones estratégicas que estén dirigidas a terminar con el flagelo de la inseguridad”.
Castello puntualizó luego que “la candidata de la UCR comete el mismo error de repetirse en propuestas que se demostraron fracasadas: su propuesta de inventar una organización híbrida, inútil y no reglamentada, como la Defensoría de la Seguridad, no va a solucionar el problema de la inseguridad y encima va a duplicar la burocracia en la comuna, acrecentando el gasto público, que vamos a terminar pagando todos los contribuyentes.”
El candidato a Intendente finalizó expresando que “abrir canales de participación ciudadana, encender las luces y hacer los accesos transitables, como postula Baragiola, es condición necesaria pero no suficiente para acabar con el flagelo del delito”.