René Villagra, quien se encontraba en una celda de la comisaría 13° de Mar del Plata, había conseguido una autorización judicial para concurrir a una clínica privada todos los sábados por la mañana a fines de recibir un tratamiento médico.

Sin embargo, los investigadores descubrieron que el traslado al centro asistencial era una pantalla, ya que el detenido era llevado hasta su vivienda por sus ex compañeros, quienes incluso le permitían dar un paseo por la zona y hasta sentarse a tomar un café.

Ante la sospecha de que esto estaba pasando desde hacía varios meses, el fiscal de Mar del Plata Rodolfo Pradas ordenó que miembros de otra división monitorearan la salida a fines de descubrir la maniobra.

Al constatar lo que pasaba, el magistrado solicitó la detención inmediata del ex policía y de su mujer y ordenó una investigación al personal que debía trasladarlos y custodiarlos.

A colación, el Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso que los involucrados sean separados de sus cargos mientras se determina el grado de participación que tuvieron en el hecho.

Vale recordar que Villagra había sido apresado un año atrás en el marco de una causa por trata de personas junto a su esposa Liliana, quien se hallaba alojada en el Destacamento Femenino de Mar del Plata.

Se cree que ambos regenteaban un prostíbulo, en el cual sometían a doce mujeres, muchas de ellas paraguayas.