La retracción en los principales rubros de comercialización masiva alcanzaron también al segmento de las gaseosas y las cervezas, que en lo que va del año registraron caídas del 11 y el 8 por ciento, respectivamente.
El fenómeno de la modificación de conductas y preferencias del consumidor para defenderse de los efectos de la inflación y del estancamiento de la economía, están generando dificultades en el sector bebidas, según reflejan las cifras del sector. En el caso de las cervezas, las ventas del primer cuatrimestre del año registraron una caída del 8 por ciento, un retroceso que en mayo incluso se habría profundizado.
En el rubro cervezas, además de la cuestión económica, las ventas también se explican a partir de cuestiones relacionadas con el clima y por eso en mayo la caída habría sido mayor porque se registraron bajas temperaturas históricas en el país. Con un consumo total de 17.000 millones de litros de cerveza por año, los argentinos beben un promedio de 45 litros per cápita, una cifra que se ubica muy lejos de lo que se consume en la República Checa con 165 litros o Alemania con 170 litros por habitante año.
En el caso de las gaseosas la retracción es más pronunciada, ya que las cifras de Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA) arrojaron para el período enero–mayo un retroceso del 11,34 por ciento respecto a igual período de 2015. Si bien la estadística de la entidad plantea solamente lo ocurrido con las primeras marcas, la referencia es un indicador del sector, ya que en los primeros cinco meses los argentinos consumieron 1.546.337 litros de gaseosas frente a 1.744.163 litros del mismo período del año anterior.
Para el quinto mes del año, el consumo del segmento cayó un 21 por ciento al registrarse 249.762 litros en lo que va del año frente a 302.804 litros del mismo período de 2015. Desde Cadibsa sostienen que "el problema de consumo se da en función de la situación general de las dificultades económicas de la gente y de los costos internos de cada sector", por lo que se mantiene la expectativa sobre un mejor segundo semestre que permita al menos equiparar el desempeño del año pasado. El consumo de gaseosas sigue siendo líder entre las preferencias de los argentinos, a un promedio de 118 litros por habitante por año, a pesar del importante crecimiento de la ingesta de otras bebidas como jugos y aguas saborizadas.