La noticia, pésima por cierto, llega como consecuencia de meses de agonía, de idas y vueltas y de despidos anteriores producto de la crisis económica que vive hace tiempo la Argentina que puntualmente azota a General Pueyrredon en el triste liderazgo del podio de la desocupación nacional.

La empresa había desembarcado en Mar del Plata en 2014, comenzó sus actividades con una veintena de empleados en el Parque Industrial y por entonces las expectativas daban cuenta de la posibilidad de incorporar más (se hablaba de 300) sujeto a los niveles de producción pero ésto no se pudo concretar.

Precisamente, desde la empresa dieron cuenta que "la caída de las ventas desde el año pasado fue determinante" para llegar a ésta decisión por lo que el proyecto Mar del Plata (Zanella tiene otras plantas en distintos lugares del país, caso Córdoba y San Luis, entre otros) "llegó a un final previsible" en función de la situación económica general y de la ciudad en particular.

La firma llegó a tener 70 empleados en la ciudad pero desde hace dos años "comenzó una crisis económica terminal que llevó primero a suspensiones de personal y luego permanentes despidos" argumentando que "las ventas que se producían no alcanzaban a cubrir los costos operativos de la empresa".

"Era un final anunciado" manifestó a la prensa el secretario local de la UOM, José Luis Rocha, mientras recibía la ingrata noticia por parte de autoridades y representantes de Zanella.

"Esta política económica nos afectó y nos afecta terriblemente pero al gobierno no le interesa que la industria produzca" había dicho el presidente de la firma Walter Steiner que dijo sentirse "frustrado porque al principio aplaudí el presidente Macri pero como empresario quedé sólo y sin apoyo".