“Más allá del debate sobre la calidad del censo nacional 2022, hay que reconocer que la Argentina mantiene una muy baja densidad de población y no solamente tiene el problema de un territorio que en gran parte no se ocupa, con hacinamiento poblacional en algunos puntos neurálgicos de nuestra geografía, sino que la mitad de esa poca población está empobrecida y en gran parte fuera de la economía al tiempo que somos un país indefenso, hemos perdido la soberanía porque la han entregado desde los ´90 hasta ahora y ni siquiera tenemos una hipótesis de conflicto, siendo que parte de nuestro territorio está siendo ocupado por propietarios de una potencia extranjera como es el Reino Unido , que forma parte de la OTAN y, por otro lado, también, se invita a participar en nuestro territorio a las potencias antagónicas a las fuerzas de la OTAN”, planteó el dirigente socialista Pablo Aceto.
En su columna semanal del programa Punto de Partida, que conduce Rubén Ferrari, por la FM 101.9, Aceto advirtió que “la historia nos previene sobre conflictos provocados por las potencias extranjeras, en la década del 30 del siglo pasado, bolivianos y paraguayos fueron a una guerra provocada por las potencias extranjeras, que pensaban que en el Chaco Boreal había petróleo y llevaron a estos dos países a una guerra fratricida. La injerencia de potencias extranjeras en España llevó, también, a una guerra civil tremenda, hemos visto varios casos desde esa época hasta ahora que lo estamos viendo en Ucrania, donde potencias extranjeras pelean sus intereses en territorio ucraniano”.
Subrayó que “muy lejos de estar prevenidos por la historia y por la realidad, llevamos el mismo camino en una política africanizada, donde la corrupción le abre las puertas a todos los intereses extranjeros, poniéndonos en el centro de un conflicto global por recursos naturales. Hay que tener en claro que las grandes potencias del mundo han resuelto dirimir sus conflictos en el campo de batalla. Esto es claro y está a la vista de todos, salvo para aquel que no quiera ver este mundo, que más allá de los discursos de la ONU, ha decidido por la vía bélica resolver estos conflictos”.
Insistió en que “la Argentina en esta situación no tiene hipótesis de conflicto, lo que tiene son estructuras corruptas que le abren la puerta a los intereses de las potencias que están discutiendo como propio el territorio argentino y sus recursos”.
Sostuvo que “es evidente que, aunque no se la quiera reconocer, hay una hipótesis de conflicto autogenerada, también, por las políticas de entrega que durante décadas se vienen llevando a cabo en la Argentina”, agregando que “somos un país con pocos habitantes, empobrecidos e incapaces de defendernos, y no asumir y ni tener una hipótesis de conflicto es no querer ver la realidad, que tarde o temprano se impone más allá de que no se quiera ver”.
“Hay hipótesis de conflicto, la Argentina tiene ante sí el desafío de lograr mejores condiciones de vida y alejar, al menos con una política autónoma, a los que quieren venir a disputar el territorio desde afuera”, concluyó.