La jueza federal María Eugenia Capuchetti rechazó nuevamente otorgar prisión domiciliaria a Nicolás Gabriel Carrizo, uno de los detenidos por el intento de magnicidio de la Vicepresidenta ocurrido el 1 de septiembre último, tras señalar que existen "riesgos procesales" que impedirían morigerar la modalidad de su detención.
"Considero que subsisten inalterados los peligros procesales tratados al tiempo de evaluar la posibilidad de que Carrizo afronte el presente proceso penal en libertad. Riesgos que, de momento, no pueden ser neutralizados a través de otros medios menos lesivos para los derechos del imputado", sostuvo la magistrada en un fallo de 6 páginas firmado el viernes.
Se trata de un segundo intento realizado por la defensa de Carrizo, a cargo del abogado Gastón Marano, presentado el 23 de enero último bajo el pretexto de que el procesamiento de su defendido se encuentra firme pero "su detención con carácter cautelar se tornaba de prolongación incierta".
La profesional que realizó la entrevistas para el caso relató que "la relación dataría de hace poco más de un año, y la habrían mantenido en reserva de sus entornos sociales y familiares, a pesar de asegurar haber tenido contactos con regularidad durante ese periodo", según surge del fallo de Capuchetti.
Carrizo está procesado con prisión preventiva como partícipe secundario del intento de homicidio: ante la Justicia y la opinión pública se presentó como alguien que dio trabajo en la venta de copos de nieve a Fernando Sabag Montiel -el hombre que intentó cometer el atentado-, pero en su celular aparecieron mensajes en los que se atribuía participación en la planificación del ataque.
Al rechazar el nuevo pedido para acceder a la detención domiciliaria, la jueza sostuvo que "no se verifica ninguno de los supuestos mencionados en los artículos citados para que se proceda" a ese beneficio.