El obispo diocesano, monseñor Ernesto Giobando, presidió en la tarde del lunes una Misa en la planta de reciclado de la Cooperativa RUM en el marco de una actividad organizada por la Mesa de Diálogo por la Dignidad de las Periferias. Con esa cooperativa, escuelas de la diócesis de Mar del Plata trabajan en común favoreciendo la separación de residuos en los establecimientos educativos, mientras que en conjunto con ella el Instituto Tavelli de la Obra Don Orione llevó adelante junto a sus alumnos la elaboración de un carro ergonómico para los trabajadores del reciclado.
Ante más de 60 recicladores y diversos representantes de la Mesa, que nuclea a empresarios, universidades, sindicatos y movimientos sociales -además de representantes de las distintas pastorales sociales y caritativas de la Iglesia- el Obispo pidió “mirar las manos muchas veces lastimadas por meterla en un tacho para buscar para sobrevivir” y recordó palabras que les dirigiera el papa Francisco, quien había afirmado que por su aporte a la ecología “están salvando el mundo.”
En otro pasaje de su reflexión, monseñor Giobando afirmó que “trabajar y ganar el pan con el sudor de la frente nunca tiene que darnos vergüenza.” “Por eso quisiera que podamos reciclar el lenguaje que nos divide como sociedad, que muchas veces llama ‘ciruja’ a quienes están acá trabajando y haciendo del mundo un lugar más sano” agregó, a la vez que los animó a “tener coraje y no bajar los brazos” y pidió “cuidar la dignidad de las periferias” y “acompañarnos y darnos una mano para sacar adelante nuestra querida nación.”
