Por Roberto Latino Rodríguez
Periodista
Más allá de las falsas acusaciones sobre el estado económico y financiero que pesaron mediáticamente sobre la administración del ex intendente Carlos Fernando Arroyo, el hecho objetivo es que, este viernes, el actual mandatario municipal dispuso de los fondos heredados para cumplimentar el pago de haberes y del medio aguinaldo de los empleados municipales.
Antes de su asunción, Montenegro había asegurado junto a su secretario de Economía y Hacienda, German Blanco que faltaban fondos para poder dar cumplimiento al pago de los sueldos que correspondían a diciembre, ante lo cual el hombre del impermeable azul replicó que dejaría los fondos disponibles para el pago de aguinaldos, haciendo hincapié en que “es mucho más que lo que me dejó la anterior gestión”.
Los hechos incontrovertibles pusieron las cosas en su lugar, quedando expuestas las intrigas y la incertidumbre a la cual se prestaron allegados al actual jefe comunal para abonar el microclima que el Multimedios La Capital montó para desacreditar a quien tuvo las agallas de enfrentar a su propietario, no precisamente por cuestiones personales como se pretendió hacer creer, sino para anteponer el bien común a los intereses empresariales mezquinos.
La mentira tiene patas cortas reza un viejo refrán popular que al menos se vuelve como un bumerang contra los pronósticos agoreros de quienes sirvieron a esos intereses particulares, que vuelven a prevalecer sobre el bien común.
Cabe traer a colación en ese sentido, el retroceso que se pretende “disfrazar” bajo la forma de un “acuerdo para evitar conflictos judiciales” por el cual el gobierno de Guillermo Montenegro cedió al sub-concesionario de Don Aldrey Iglesias en la playa Las Toscas, hasta el 30 de abril de 2020, la arena que su antecesor había restituido para el uso público de marplatenses y turistas.
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